Mientras caminaba, algo llevó al Ser a los tiempos en que de Oriente rescató la esencia y en ella, vino una enseñanza en aquel quera el Libro de profunda reflexión, a saber:
La Suprema Personalidad de Dios dijo: Destemor, purificación de la propia existencia; cultivo de conocimiento espiritual; la caridad; autocontrol; ejecución de sacrificios; estudio de los Vedas; austeridad; simplicidad; la no violencia; veracidad; estar libre de la ira; renuncia; tranquilidad; no le gusta encontrar defectos; compasión hacia todas las entidades vivas; estar libre de la codicia; la bondad; la modestia; firme determinación; la fuerza; clemencia; fuerza; la limpieza, el estar libre de la envidia y de la pasión por el honor - estas cualidades trascendentales, oh hijo de Bharata, existen en los hombres piadosos dotados de naturaleza divina.
Orgullo, arrogancia, presunción, ira, rispidez e ignorancia - estas cualidades pertenecen a aquellos cuya naturaleza es demoníaca, hijo de Pritha. Las cualidades trascendentales conducen a la liberación, mientras que las cualidades demoníacas llevan al cautiverio. No se preocupe, hijo de Pandu, pues usted nació con las cualidades divinas. Hijo de Pritha, en este mundo hay dos especies de criaturas. Una es llamada divina y la otra, demoníaca. Ya me detuve a explicarle las cualidades divinas. Ahora oiga mientras hablo de las características demoníacas. Aquellos que son demoníacos no saben lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer. En ellos no se encuentran limpieza, comportamiento adecuado ni verdad. Ellos dicen que este mundo es irreal y sin fundamento; que se produce del deseo sexual y tiene como causa sólo la lujuria. Dicen que no hay DIOS en el control. Siguiendo esas conclusiones, los demoníacos sin saber qué hacer y sin ninguna inteligencia, se ocupan en actividades perjudiciales y hediondas que sólo sirven para destruir el mundo. Refugiando en la lujuria insaciable y absortos en la presunción propia del orgullo y del falso prestigio, los demoníacos, en esta ilusión, están siempre comprometidos con el trabajo sucio atraídos por el impermanente. Ellos creen que satisfacer los sentidos es la necesidad primordial de la civilización humana. Con esto, hasta el final de la vida su ansiedad es inmensurable. Presos a una red de cientos de miles de deseos y absortos en la lujuria y la ira, recurren a medios ilegales para obtener el dinero que invertir en el goce de los sentidos.
El ser demoníaco piensa: "Tanta riqueza tengo hoy, y voy a ganar más conforme a mis planes. Ahora tengo tanto y esto aumentará más y más en el futuro. Mateo ese mi enemigo, y mis otros enemigos también serán muertos. Yo soy el señor de todo. Yo soy el disfrute. Soy perfecto, poderoso y feliz. Soy el hombre más rico, rodeado de parientes aristocráticos. No hay nadie tan poderoso y feliz como yo. "Ejecuté sacrificios, haré alguna caridad, y con eso, estaré contento". De esta manera, son engañados por la ignorancia. Así perplejos ante tantas ansiedades y atrapados en una red de ilusiones, se apegan demasiado al goce de los sentidos y caen en el infierno. En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia, Confundidos por el ego falso, fuerza, orgullo, lujuria y ira, los demonios pasan a envidiar a la Suprema Personalidad de Dios, que está en sus propios cuerpos y en los cuerpos de los demás, y blasfeman contra la verdadera religión. Aquellos envidiosos y canallas, que son los más bajos entre los hombres, yo perpetuamente los arroyos en el océano de la existencia material, donde asumieron varias especies de vida demoníaca. Al someterse a repetidos nacimientos entre las especies de vida demoníaca, hijo de Kunti, tales personas jamás logran acercarse a Mí. A poco, se hunden en la más abominable condición de existencia.
Capítulo 16, Bhagavad Gita, Maabárata
Yedidyah