¿Qué haces con las piedras que surgen en tu camino?
En el caso de que se trate de una o varias de ellas,
Algunos, al caminar por la carretera llamada "vida" (que aquí puede incluir todo o subdividirse en vida profesional, afectiva, académica, familiar, social, etc.), al encontrarse con una pequeña piedra, no la perciben, debido a su valor o no la ve y, sin querer, pisan en ella causando un tremendo malestar y dependiendo del lugar del pie que es alcanzado, ocasionando un dolor que llevará horas o días para pasar. Otros, atentos a sus pisadas y al camino recorrido, en la alegría de esta caminata, usan la piedra para entretener o interactuar con el paisaje a su alrededor: o patean la piedra como si fuera una pequeña bola, o la atrapar y lanzar lejos, quien en un gran lago donde generará pequeñas y hermosas olas ... Pero si se patean la piedra, pueden ser que la encuentren un poco más allá adelante, donde tendrán una nueva oportunidad para patearla, mantenerla allí o, distraídos , pisoteen en ella.
Algunos, en esa misma caminata, pueden encontrar una pequeña piedra, como que clavada en la tierra, y tropiezan en ella causando un dolor en el pie (posiblemente el dedo del pie), sin contar con algunos rasguños esparcidos por el cuerpo originados por la caída. Otros, relativamente atentos a su caminata, van y la patean pero, no perciben inicialmente que ella está clavada en el suelo y lastiman su pie, sacando toda la serenidad y ligereza que los conducía por el camino hasta aquí. Aún otros, en la curiosidad, tratan de desenterrarla. Pero, al intentar desenterrar, puede ser que perciban que aquella "piedrecilla" es sólo una parte aparente de una gran piedra o roca. De ahí, algunos de ellos continúan tratando de desenterrarla, cansándose innecesariamente y desviándose del foco de su caminata. Ya otros, sólo se desvían de ella, entendiendo que esa piedra o roca debe permanecer allí: enterrada.
Algunos, en su camino, encuentran grandes bloques de roca que hacen el camino más difícil de pasar, teniendo que hacer desvíos, haciendo el trayecto más sinuoso. Todavía algunos, aprovechan y se sentan en estos bloques y allí se quedan "descansando" o aún, lamentándose por haber aparecido tales bloques en el camino llevándolos a entender que allí es el final del camino. Todavía hay aquellos que empiezan a recoger los bloques y empiezan a apilarlos delante de ellos y sin darse cuenta, están formando una inmensa muralla, impidiéndoles continuar la caminata y también, de ver del otro lado.
¡Ah! ... Pero hay otros que gastan un esfuerzo extra y uno a uno, van sacando esos bloques del camino, apilándolos en el lateral de la carretera y, conscientes o inconscientes de eso, no sólo están haciendo su camino libre, como también el camino de quien viene detrás. Y, al mirar hacia el lado, verán que aquel montón de bloques apilados más parece un gran altar, un monumento, un marco, para que cada vez que ellos mismos u otros pasen por allí, recuerden el gran hecho realizado y agradezcan a DIOS!
¿Y tu? ¿Qué está haciendo con las piedras que surgen en tu camino?
¡Que el DIOS AUXILIADOR sea contigo y aún más en ti, hoy y en todos tus días!
Yedidyah